19 convenios colectivos, que afectan a más de 28.000 riojanos, deberán firmarse antes del 7 de julio o desaparecerán

Una delegación de la Unión General de Trabajadores de La Rioja, encabezada por algunos de los máximos dirigentes del sindicato, participaron ayer en una reunión con el nuevo equipo directivo de la Federación de Empresarios de La Rioja con el objetivo de desbloquear la situación de la negociación colectiva.

En La Rioja, de los 24 convenios sectoriales que se negocian en La Rioja (todo o parte, es decir hay algunos que solo se negocian las tablas), 22 están sin negociar a día de hoy. De ellos, 19 (que afectan a más de 28.000 trabajadores) llevan más de un año caducados, por lo que correrían peligro inminente de no ser negociados antes del 7 de julio.

Cabe recordar que la Reforma laboral incluye una modificación en materia de Negociación colectiva que, en resumen, significa que aquellos convenios colectivos que hayan caducado decaerán (desaparecerán) transcurrido un año si no han sido sustituidos por otros. En definitiva, de no llegarse a acuerdos, los convenios desaparecen, por lo que aquellos trabajadores regidos por estos pasarán a regularse por un convenio de ámbito superior si lo hubiera; si no, (como es el caso de los afectados en La Rioja) pasarían a regirse por el Estatuto de los Trabajadores, la norma laboral más básica (por debajo de sus límites no puede negociarse nada).

¿Qué implicaría? A grandes rasgos: desaparecen todo tipo de pluses, complementos y antigüedad y el salario pasaría a ser el Salario Mínimo Interprofesional (645,3 euros en 2013); jornada de trabajo de 1.826 horas anuales sin días de asuntos propios; vacaciones de 30 días naturales; reducción de complementos por Incapacidad Temporal (0 los tres primeros días, 60% del 3er al día 20; 75% del día 21 hasta el 110)... No hay ninguna alternativa, salvo la de negociar. No obstante, tal y como exigió el secretario general de UGT de La Rioja en la reunión, “debemos ir un paso más allá y para que la negociación sea equilibrada, incluir un árbitro que ponga de acuerdo a las partes y controle los posibles abusos que puedan darse”. De lo contrario, la parte empresarial no tiene nada que perder en la negociación puesto que, si no consigue acuerdo, el convenio desaparece, mientras la parte sindical estará constantemente sometida a los dictados empresariales al tener demasiado que perder.

No obstante, la patronal riojana, consciente de lo que un arbitraje supondría, se niega por el momento a facilitar su implantación. Por su parte, UGT de La Rioja ya ha advertido que no va a esperar de brazos cruzados hasta que los convenios decaigan por lo que, según explicó a la cúpula patronal, seguiremos con las movilizaciones.