El IPC adelantado de marzo sitúa la Inflación en un 3.3%, 2.7 puntos menos que en febrero, como consecuencia del descuento que se produce en la actualidad del intenso  encarecimiento de la energía, causado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

La tasa subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos)  disminuye una décima respecto al mes anterior, con una valoración anual del 7,5%.

Estos valores siguen siendo elevados y reflejan el mantenimiento de las presiones inflacionistas en buena parte de la cesta de la compra, lo que merma fuertemente el poder de compra de las familias trabajadoras.

A esto se le suma el extremadamente incierto y volátil  panorama económico internacional, que suma  las tensiones financieras registradas en los últimos días. El BCE, que elevó recientemente los tipos de interés en 50 puntos básicos –alcanzando el valor más alto desde octubre de 2008, el 3,5%-, lejos de inyectar señales de confianza en el sistema financiero europeo, agrava la incertidumbre y la probabilidad de una recesión económica en Europa.

En La Rioja, los datos de febrero tasan el IPC en un 6,5%, mientas que la subida salarial media pactada en los convenios riojanos es del 3.24%. Para UGT La Rioja, este contexto muestra la imperante necesidad de recuperar y proteger la capacidad de compra de los hogares riojanos, con el  objetivo de sostener y fortalecer la actividad económica y la creación de empleo, para poder así, detener el continuo empobrecimiento de la clase trabajadora.

Con todo esto, UGT La Rioja reclama la necesidad de alcanzar cuanto antes un nuevo AENC (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva) y hace un llamamiento a la patronal riojana para que ofrezca estabilidad y certidumbre en los próximos años, lo que permita revertir el proceso de devaluación salarial que sufren los trabajadores y trabajadoras de la región.