Los datos publicados hoy por el Servicio Público de Empleo sobre el mes de mayo revelan la ralentización del ritmo de destrucción de empleo debido a la reactivación por la deshibernación de los sectores productivos, sobre todo Construcción e Industria, y el comienzo de la desescalada. El paro ha descendido en 236 personas en La Rioja. Así, esta Comunidad Autónoma ha finalizado el mes con un total de 18.707 parados.

Analizando los datos, se observa que el paro ha bajado en 334 hombres, mientras que ha aumentado en 98 mujeres, que vuelven a ser las más golpeadas por la crisis, particularmente aquellas mayores de 45 años, con las situaciones más precarias.

Por sectores, el desempleo solo ha aumentado en Servicios, con 91 parados más, mientras que ha disminuido en Construcción (110), Industria (48) y en el Sector Agrario (184). Esto se debe al inicio de las campañas agrícolas y a la vuelta a la actividad en Construcción e Industria siendo Servicios, en contraste, el sector más precario y que más dificultades está teniendo para la reactivación.

Durante el mes de mayo se han realizado un total de 10.286 contratos, 44,67% menos que en el mismo mes del 2019. Esta variación con respecto al año pasado se ve en un descenso de 5.861 contratos en Servicios, 1.222 contratos menos en Industria o una bajada de 1.158 contratos en Agricultura.

Las afiliaciones a la Seguridad Social en el Régimen General han aumentado en 142 con respecto a abril de este año, pero hay 3.394 menos que en mayo del 2019. En el Sistema Especial Agrario hay 1.806 afiliados más que el mes pasado, mientras que en el Sistema Especial de Empleadas del Hogar hay 36 afiliaciones menos. En el caso de los trabajadores autónomos, durante el mes de mayo se han producido 22 afiliaciones.

Los mecanismos de protección de las personas: prestaciones y ERTE

Los datos del paro no muestran el efecto del sostenimiento del empleo que se está llevando a cabo gracias a los ERTE, que recogen a más de 25.000 personas en La Rioja, negociados entre los sindicatos, las empresas y el Gobierno, y que eleva la protección de las personas que, de otro modo, quedarían incluidas en el registro de desempleo.

Es fundamental que el Gobierno mantenga las medidas de protección, tanto las prestaciones ya existentes como las extraordinarias, incluidos los ERTE, una estrategia de reinserción laboral y un plan de reconstrucción para superar los efectos de la crisis del COVID en el empleo.

Necesidad del Ingreso Mínimo Vital

UGT valora la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) como instrumento absolutamente esencial para dar cobertura a las necesidades de las personas que se encuentran fuera del sistema de protección y dotar así de los recursos necesarios para vivir a las familias que peor lo han pasado por el coronavirus.

UGT exige al Gobierno que dote al IMV con una estrategia de reinserción laboral, orientadores especializados y suficientes, itinerarios de formación específicos para conseguir la mayor empleabilidad a corto plazo, y medidas de asesoramiento a las personas, para que el tránsito de vuelta al mundo del trabajo sea una realidad.