Los autónomos no pueden coger bajas por COVID-19

Fecha: 13 Ene 2022

La sexta ola deja un panorama de cierres temporales en miles de negocios

calcula que, al ritmo de contagios existentes, el 10% de los autónomos riojanos, es decir, 2.500 personas, se contagiarán de COVID-19 a lo largo de enero y febrero.

Por ello, UPTA exige a los gobiernos regionales que pongan en marcha ayudas especiales para los trabajadores autónomos que han tenido que cerrar temporalmente sus negocios ante la necesidad de tener que acogerse a una baja por enfermedad, por causa de la COVID19.

La gran mayoría de los trabajadores por cuenta propia no se acogen a la baja por enfermedad común, simplemente guardan la cuarentena, y los trámites necesarios para gestionar la prestación de Incapacidad Temporal y la escasa cuantía económica que se perciben son las causas principales por las que toman esa decisión.

Desde UPTA se siguen buscando mecanismos que minimicen las consecuencias económicas de la pandemia, que en este caso están directamente relacionados con la salud de miles de autónomos, que ven cómo no les queda más remedio que echar el cierre temporal a sus negocios.

Además, UPTA señala que el remanente de las ayudas directas que el gobierno del Estado ha puesto en manos de las autonomías el pasado año tendrá que reactivarse. Son más de 2.000 millones de euros del presupuesto destinado a dichas ayudas y que no han sido aprovechados, debiendo ser devueltos por las autonomías a la Administración. Es necesario poner en marcha una nueva ayuda urgente que sofoque las consecuencias de esta sexta ola.

La propuesta que UPTA hace es muy razonable, no solo porque se están viviendo nuevas restricciones en sectores concretos, sino porque los contagios o las cuarentenas por ser contacto estrecho están siendo una constante en el colectivo.

En las próximas semanas se mantendrán reuniones entre las administraciones autonómicas y parte del ejecutivo estatal, y esperan que en este foro se adopten las medidas necesarias, ayudas que deben cumplir con el cometido de prontitud y facilidad administrativa.

Para concluir, desde UPTA piensan que la mala experiencia que tenemos con los fondos COVID-19 debe hacer reflexionar a quienes tienen la capacidad de tomar decisiones, y que no se pueden repetir los errores que se han cometido en el 2021.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: UGT