UGT La Rioja denuncia la imposibilidad de concertar una cita presencial en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social
Fecha: 01 Ago 2022
UGT La Rioja ha denunciado ante la Comisión Ejecutiva del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) la imposibilidad de concertar una cita presencial en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) de la región. Tal y como le consta a este sindicato, no es posible concertar una cita en ningún CAISS de La Rioja tras intentarlo durante varios días y horas.
En este sentido, UGT La Rioja quiere poner de manifiesto la desesperación de la ciudadanía ante la continua imposibilidad de ser atendidos por teléfono para cualquier tipo de consulta de prestaciones del INSS.
Por otra parte, queremos manifestar el elevado número de quejas que se reciben en nuestro sindicato por parte de las personas trabajadoras por la resolución de expedientes que, entendiendo y respetando el trabajo de todos y cada uno de los funcionarios de éste organismo, llevan unos plazos de resolución, en general, muy altos, puesto que hablamos de situaciones trágicas en las que las personas necesitan el dinero para sus necesidades vitales más básicas.
Estas quejas han de ser consideradas, desde nuestro punto de vista, con un factor de corrección, es decir, cuando un ciudadano presenta una queja hay muchos más que la habrían presentado, pero que desisten.
Es comprensible que los ciudadanos presenten quejas. La mayor parte de esas quejas no es por mala atención, es por la falta de atención. La Seguridad Social ha dejado de ser una Administración amable en la que los ciudadanos aguardaban a ser atendidos en salas de espera, para convertirse en una Administración hostil hacia el administrado, al que se le intenta disuadir de que no se acerque a las oficinas, o se le repele con la fuerza de un vigilante de seguridad que impide su paso a las dependencias de esta.
Este tema no es solamente de la ciudadanía que requiere nuestros servicios, sino también de los trabajadores que quisieran poder prestarlos y se ven impotentes para ello. Las entidades gestoras y los servicios comunes de la Seguridad Social han perdido más de la cuarta parte de sus efectivos y han visto incrementadas sus cargas de trabajo con la atribución de nuevas competencias.
La elevada media de edad de los funcionarios, sin relevo generacional, está produciendo una pérdida de transferencia de conocimientos, además de una salida desordenada de una relación de puestos que hace décadas que dejó de estar adaptada a la gestión que se realiza.
Tanto la pensión de jubilación, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), como otras consultas sobre asistencia sanitaria, certificados de pensiones, cambios de domicilio, entidad bancaria, precálculos de jubilación y tarjetas sanitarias, hacen que los ciudadanos demanden atención personalizada, pero no siempre el funcionariado tiene las herramientas y la información exacta y se ven con frecuencia ante un descontento del que no tienen culpa alguna.
Por último, criticamos que la dificultad por parte de la ciudadanía en el manejo de medios informáticos les está obligando a recurrir a vecinos, familiares, trabajadores sociales o a contratar asesorías laborales, pero también está generando un tráfico indecente de personas oportunistas que se aprovechan de las necesidades que no atiende la Seguridad Social, todo ello con coste a cargo de los ciudadanos que no perciben la atención que merecen.