El sindicato plantea recuperar la pérdida de poder adquisitivo tras años de moderación salarial con subidas entre el 1,8 y el 3%

Los datos son tozudos y, una vez más, muestran la realidad de nuestras relaciones laborales. Casi 5.000 empresas y más de 13.500 trabajadores adscritos por convenios sectoriales en La Rioja han concluido el año sin actualizar sus condiciones laborales y salariales. Y no ha sido por falta de iniciativa sindical, sino porque se han producido graves dificultades en determinados sectores para iniciar una negociación equilibrada, toda vez que la reforma laboral condicionara a la negociación colectiva a la voluntad de la parte empresarial. El caso de sectores como el de Comercio en sus tres versiones (Comercio Metal, Comercio General y Comercio textil), con convenio caducado en 2008 y desidia total por la parte patronal, es un claro ejemplo de la desventaja a la que relega la reforma laboral a la negociación colectiva y a la parte trabajadora.

Por otro lado, en el caso de aquellos convenios colectivos negociados este año, la moderación salarial y la responsabilidad con la que los trabajadores la han abordado entra en contradicción con el alza de los precios, que finalmente han definido un escenario de pérdida de poder adquisitivo. Y es que mientras el IPC subió un 1,6%, el incremento medio de los convenios, una vez aplicadas las cláusulas de revisión salarial en los dos únicos convenios que la incluían (Industria siderometalúrgica y Talleres de reparación de vehículos), no ha superado el 0,9%. Esto implica una pérdida de poder adquisitivo de los salarios superior al 0,7%; una diferencia que se reduce si incluimos todos los convenios de empresa firmados, que generan una subida salarial media final en La Rioja del 1,06%, reduciéndose la pérdida al 0,5%.

Así, inmersos ya en pleno proceso negociador también en el ámbito estatal, el secretario de Política Sindical de UGT de La Rioja, Carlos de Marcos, advierte de que “es el momento de recuperar la pérdida de poder adquisitivo tras años de moderación salarial”, explica. En este sentido, para De Marcos resulta imprescindible una subida entre un 1,8 y un 3%. “Por debajo de eso nada”, afirma tajante. “Desde 2012, los trabajadores venimos padeciendo las consecuencias de la crisis y es el momento de mejorar la situación y de que puedan comenzar a recuperar lo perdido”, asegura de Marcos para concluir que “menos del 1,8% no estamos dispuestos a aceptar”. Por último, este año, la desviación del IPC al alza ha vuelto a traer a la actualidad la necesidad de incluir cláusulas de revisión salarial en los convenios que permitan corregir estas diferencias entre el precio de los productos y la ganancia de los trabajadores.

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