MCA-UGT: "Es evidente que no eran trabajos amortizables y que fue un ERE antisindical para deshacerse de los más incómodos y con más antigüedad"

Medio año después, los hechos han dado la razón a los trabajadores despedidos por Tragsa: su puesto no era amortizable y fueron despedidos injustamente, como demuestra que Tragsa ha tenido que contratar a nuevo personal para desarrollar las mismas tareas. Sin embargo, la empresa pública no desaprovechó la oportunidad de oro que le ofrecía el ERE aprobado por el Gobierno para poder deshacerse de los trabajadores más antiguos -y por lo tanto más expertos en tareas de extinción- y también de los más incómodos por su condición de delegados sindicales.

Cabe recordar que Tragsa -contratada por el Gobierno para, entre otras labores, tareas de apoyo en la vigilancia y control de incendios forestales- presentó un ERE a finales del año pasado, por el que un total de cinco trabajadores riojanos fueron injustamente despedidos: una trabajadora con jornada reducida por guarda legal, tres delegados de UGT y CCOO –una la propia presidenta del Comité- y el último, un trabajador que también había sido delegado y seguía con la cobertura que ello concede.

Y como, efectivamente, son puestos de trabajo fundamentales para desarrollar su tarea, Tragsa ha tenido que contratar a otros trabajadores para realizar la misma labor: concretamente a un jefe de cuadrilla, a un coordinador de torretas y a una administrativa. Estos son algunos de los puestos que desarrollaban los trabajadores despedidos, con una única diferencia, como señala la presidenta del comité y una de las despedidas, Claudia Martín: "cobrábamos 58 euros más al mes por antigüedad" y "controlábamos las condiciones laborales de nuestros compañeros".

Pero la menor antigüedad de los nuevos contratados también implica menor experiencia: "no hay ningún trabajador en La Rioja que tenga la experiencia que tenemos nosotros en estas tareas, entre los 14 y los 24 años continuados en esta labor que llevo yo misma", explica Claudia, quien va más allá en el tipo de contratación que está efectuando la empresa: "de las 34 personas que directamente acuden a los incendios -personal de autobombas y retenes-, sólo tres de ellos se encuentran en plantilla, el resto son eventuales". Y más aún, la todavía presidenta del comité denuncia que "el retén de Rioja Alta no está aún operativo", con la implicaciones que esto puede tener de producirse un conato de incendio en la zona.

Y todo ello ocurre bajo la desidia total de la Administración regional, que se limita a sacar pecho ante los medios de comunicación del dispositivo puesto en marcha este verano sin realizarse ninguna pregunta. 

Eso sí, los trabajadores despedidos confían en que los tribunales resuelvan la evidente injusticia que se ha producido con ellos. Por el momento, los 5 despidos riojanos se encuentran en trámite judicial y MCA-UGT espera que los tribunales se pronuncien en el mismo sentido que ya lo están haciendo en otras Comunidades, donde las primeras sentencias están declarando nulos estos despidos.