Sólo 8 de cada 100 contratos realizados en el primer semestre en La Rioja han sido indefinidos
Fecha: 19 Jul 2018
La Comunidad registró entre enero y junio 76.472 contratos, únicamente 65 de relevo
La estadística es tozuda y, en este caso, no permite interpretaciones dispares. La Rioja genera cada vez más oportunidades de empleo, tal y como refleja la estadística de contratos referente al primer semestre del año. Pero eso sí, 8 de cada 100 de estas oportunidades es exclusivamente temporal.
Concretamente, La Rioja ha registrado en lo que va de año 76.472 contratos, cifra récord en los últimos 10 años y casi 5.000 contratos más que en el mismo periodo del año pasado. Y sin embargo, esto no se traduce en un mayor número de contrataciones indefinidas. Es más, el grueso de la contratación, el 82%, corresponde con los tipos ‘Eventuales por circunstancias de la producción’ y ‘Obra y servicio’, dos tipos de contrato especialmente volátiles, sobre todo el primero, con contratos de duración tan limitada que en su mayoría no llega a la semana de duración. Esta contratación ha sido utilizada en su mayoría para emplear a varones de entre 24 y 45 años y, sobre todo, en el sector Servicios, fomentando aún más la precariedad propia de este sector.
Una precariedad que, no obstante, también se ha generalizado en el sector industrial, donde de los casi 16.000 contratos efectuados, 11.500 fueron eventuales por circunstancias de la producción, con una media de duración inferior a la semana. De hecho, pese a que la Industria era uno de los motores de creación de empleo estable, actualmente sólo 8 de cada 100 contratos son indefinidos.
En términos generales, cabe recordar que en 2008, antes de la crisis y de la reforma laboral que, en teoría, buscaba revertir la dualidad del mercado laboral para estabilizarlo, se producían un 14% de contrataciones indefinidas frente al 8,5% actual. Es más, con 26.600 contratos totales menos en el primer semestre de 2008, se produjeron 568 contratos indefinidos más que en el mismo periodo de este año.
La conclusión es clara: la actual regulación laboral no está sirviendo para mejorar la estabilidad en el empleo, sino que ha servido para abusar de las contrataciones por semanas, días y horas. Más aún, ha conseguido normalizar el fraude en la contratación temporal, con encadenamientos injustificados de contratos y obviando las conversiones de indefinidos a temporales.
En este sentido, UGT insta a romper con el concepto generalizado de que la estacionalidad o la subcontratación implica contratos temporales: la estacionalidad (empleos vinculados por ejemplo a la temporada turística) no es temporalidad, sino que debería solucionarse con contratos fijos discontinuos; de igual manera que el trabajador de la empresa que ocasionalmente presta servicios para otra es estable.
Por otro lado, UGT de La Rioja quiere hacer especial hincapié en el contrato de relevo, como una figura especialmente interesante para la renovación generacional de las plantillas y la incorporación con garantías de los trabajadores jóvenes. Si bien, el incremento de los costes para la empresa que contrajo la reforma de 2013 impide claramente su uso. De hecho, en el primer semestre del año sólo se han efectuado en La Rioja 65 contratos de relevo. Por ello, UGT apuesta por una reformulación de las condiciones para facilitar su uso, especialmente beneficioso para prácticamente la mitad de los jóvenes en paro que solo disponen de estudios básicos y que tienen más dificultades para incorporarse al mercado laboral.
Además, UGT considera prioritario frenar la proliferación del contrato a tiempo parcial involuntario, fomentado por la reforma laboral y que ha supuesto un instrumento más de fraude y de precariedad laboral, así como una forma clara de subempleo y de generalización de la pobreza. El 57,3 % de los trabajadores con contratos a tiempo parcial -6 de cada 10- lo hace de manera involuntaria, de acuerdo con datos de la EPA del último trimestre del año pasado. Se trata, además, de un modelo de contratación que repercute en mayor medida en las mujeres, que ocupan el 73,9 % de estos contratos.
En definitiva, urge invertir el uso y abuso generalizado de la contratación por horas y días, equilibrando las necesidades del mercado de trabajo riojano. Y para ello también es necesario un impulso de la actividad inspectora, con sanciones ejemplares que obliguen a abandonar estas contrataciones, diametralmente opuestas al valor añadido, la innovación, la seguridad laboral y la apuesta por el futuro que necesita La Rioja.