La Encuesta de Población Activa referente al cuarto y último trimestre del año arroja varios datos preocupantes. Por un lado, refleja un importante descenso de la actividad (1.300 personas menos en edad de trabajar y voluntad de hacerlo) como consecuencia de una bajada notable de la ocupación, y por otro, un aumento del paro, cuya tasa se sitúa en el 9,5% (un 0,92% más que en 2022). 

Así, el año ha cerrado con 2.600 personas ocupadas menos y 1.300 personas desempleadas más. Pese a que en el último trimestre del año, el paro descendió en 500 personas, 2023 cerró con un total de 15.000 personas en el desempleo, de los que el 67% son jóvenes menores de 24 años. Es precisamente esta franja de edad una de las protagonistas de las variaciones estadísticas puesto que sólo en el último trimestre más de 4.000 estudiantes se han incorporado al listado de inactivos en La Rioja (probablemente jóvenes que alcanzan la edad de trabajar pero continúan estudiando).

Las mujeres también han marcado la evolución estadística de forma notable. Y es que el paro se redujo en el último trimestre de 2023 en 1.700 mujeres, frente al incremento del desempleo de 1.200 hombres. Este descenso brusco del paro femenino ha permitido igualar a hombres y mujeres en valores absolutos de paro en La Rioja, con 7.500 hombres y 7.500 mujeres en el desempleo, según la estadística. Si bien, la tasa de actividad es 10 puntos menor en las mujeres (10,09%) mientras que la tasa de paro es medio punto superior a la soportada por los hombres (53,61%). 

Por sectores de ocupación, Servicios sigue ganando peso específico con el 60% de los trabajadores ocupados, frente al 28% que supone el sector industrial. Una situación que indica la necesidad de poner en marcha de forma urgente una política estratégica industrial para ganar en competitividad con respecto a otras regiones del entorno. 

De igual forma, es imprescindible incorporar a los trabajadores jóvenes al mercado laboral con empleos atractivos y salarios que permitan una autonomía y una capacidad de emancipación mayor que la actual. Una regulación del mercado de trabajo que requiere de un mayor peso específico de fórmulas como el contrato de relevo junto a la la necesaria reducción horaria, al control de las horas extraordinarias y a la puesta en marcha de políticas activas de empleo basadas en la recualificación y en la orientación de los nuevos activos.