“Si no ha ocurrido ya una barbaridad es porque los profesionales están dando el 300%”, aseguran sobre el servicio de Urgencias del San Pedro, al tiempo que exigen “respeto” y negociación en atención primaria

La situación de la sanidad riojana comienza a ser crítica debido a los recortes que se están produciendo, tanto en recursos como en personal, mientras se mantienen innecesarias externalizaciones y duplicidades de servicios que podrían ahorrar 15 millones de euros si se cubrieran con recursos propios Así lo ha denunciado UGT a través de las Uniones Profesionales de Médicos y Enfermeras de su Federación de Servicios Públicos, que confirmaron en rueda de prensa el escenario dibujado por la secretaria regional de la Federación, Maite Gómez: “si no ha ocurrido ya una barbaridad es porque los profesionales sanitarios están dando el 300%”, alertó. En este sentido, la responsable de la Unión Profesional de Médicos, Pilar García, aseguró que la situación del servicio de Urgencias del Hospital San Pedro es un claro ejemplo de las consecuencias que están produciendo los recortes. Así, el cierre de un ala de la cuarta planta del Hospital San Pedro –con 22 camas y abierta siempre en esta época- y la reducción de equipos de atención domiciliaria, está provocando un déficit de camas que conlleva el hacinamiento de hasta 21 pacientes en Urgencias, que permanecen hasta 72 horas en observación con orden de ingreso “y en condiciones bastante indignas” hasta que se les asigna una cama. Esto implica saturación de los boxes –en los que “tienen incluso que sacar a un paciente para atender a otro por la falta de espacio”- pacientes ingresados fuera de su área natural -que implica que los profesionales tengan que desplazarse de punta a punta para su atención-, e incluso supresión de quirófanos programados. Esta situación de “caos” está afectando de manera muy negativa en el personal sanitario, que trabaja “bajo unas condiciones constantes de estrés y enorme presión”, puesto que a las condiciones en las que tienen que desarrollar su trabajo se suma que “tienen la sensación de tener que desocupar cuanto antes las camas, lo que podría derivar en altas forzadas”, denuncian. Pero mientras esto se consiente en el Hospital San Pedro, la consejería de Salud sigue manteniendo conciertos y externalizaciones innecesarias por un valor aproximado de 15 millones de euros con centros privados (cirugía traumatológica y oftalmológica, hemodinámica y cirugía cardíaca), así como otros acuerdos para la realización de pruebas de radiología o resonancia magnética. En su opinión, se producen incomprensibles duplicidades que podrían asumirse con los recursos propias que tiene la sanidad riojana y que, desde luego, “costarían menos de esos 15 millones de euros”. Al mismo tiempo, García cuestionó el escaso uso que se está dando al Hospital de La Rioja, “donde podría centralizarse la atención geriátrica” para descongestionar la situación del San Pedro”. A todo ello, se suma la situación de los centros de atención primaria. La ausencia de sustituciones y coberturas de bajas se está traduciendo un déficit de personal que implica una merma en la calidad del sistema sanitario y en la tardanza de asistencia que, en algunos casos, implica que “el paciente tenga que acudir al servicio de Urgencias que, ya de por sí, se encuentra saturado”. En opinión de la responsable de la Unión Profesional de Enfermeros, Maite Chocarro, la última reorganización “impuesta sí o sí” por la Consejería ha generado total indignación, puesto que “los afectados han sido los últimos en enterarse, ya que ni siquiera se han puesto en contacto con ellos”, añade. Según advierte, esta organización se está gestionando sin planificación y sin atender al necesario cambio de modelo, en el que “debe reforzarse la atención primaria, abundar en la prevención y en el área de los pacientes crónicos”. En definitiva, estos recortes se traducen, finalmente, en una merma de la calidad de nuestra sanidad, solamente soportada por el buen hacer de sus profesionales. No obstante, UGT insta a todos los ciudadanos que se vean afectados por cualquier problema de este tipo a que utilice las vías a su disposición para efectuar las correspondientes reclamaciones. “Estamos hablando de la salud de las personas y no vamos a permitir que se carguen nuestra sanidad”, concluyó Maite Gómez.