Critican la escasez de personal y la incesante carga de trabajo que siguen soportando

Los delegados del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM) y del Fogasa en La Rioja se concentraron en la sede del SEPE (Calvo Sotelo) en Logroño para protestar por la precaria situación en la que se encuentran los trabajadores de los dos servicios, tanto por la escasez de personal como por la cada vez más insoportable carga de trabajo.

Una situación que empeorará tras la unión de ambos servicios, puesto que a la tardanza en el cobro de las prestaciones que ahora sufren los desempleados en el SEPE, se sumarán los cerca de 8 meses de retrasos que acumula el Fogasa en el abono de las prestaciones.

En definitiva, unas deficiencias convertidas en insufribles periodos de espera para los afectados y traducidas en una situación crítica para los empleados que prestan el servicio. De hecho, de no corregirse, la falta de recursos puede suponer, a corto plazo, la quiebra completa de la gestión de un organismo fundamental para dar respuesta a la ciudadanía en los momentos de crisis por los que atraviesa.

Esta concentración se suma a los encierros que los delegados también están realizando en Madrid y que culminarán en la huelga convocada para el próximo 27 de octubre.