“Las cifras de paro de nuestra Comunidad son insoportables; necesitamos crear empleo y lo necesitamos ya”, advirtió Javier Granda

Con más de 24.100 desempleados en La Rioja, ni los 13 litros por metro cuadrado que cayeron en menos de media hora en la capital de Logroño consiguieron frenar la manifestación del 1º de Mayo. Desafiando al aguacero, los dirigentes de UGT y CCOO salieron a la calle para solicitar ‘Empleo con derechos’ y rechazar más recortes sociales.

Si bien es cierto que la manifestación tuvo que acortarse al arreciar la lluvia, el temporal no logró diluir las reivindicaciones de los dirigentes sindicales. “Las cifras de paro en nuestra Comunidad son insoportables, necesitamos crear empleo y lo necesitamos ya”, advertía el secretario general de UGT de La Rioja, Javier Granda, al inicio de la manifestación.

Sin embargo, añadía que este objetivo no será posible si no se produce de inmediato “un cambio en las políticas económicas del Gobierno de España y del Gobierno de La Rioja" dirigidas a “más inversión y no más recortes”, ya que "no podemos aplicar las mismas recetas a distintos problemas, sobre todo si se comprueba que no tienen solución, como la reforma del mercado laboral o la reforma de la negociación colectiva", aseguraba. En este sentido, hizo un llamamiento a los trabajadores “para que nadie se deje engañar: estas medidas impuestas no han creado ni un solo empleo, sino que los han destruido y empobrecido”. Por el contrario, “necesitamos estímulos inversores y que nuestros gobernantes se dejen la piel buscando empresas, en lugar de seguir con recortes que solo retraen más la salida de la crisis”.

De igual modo, instó a la cúpula de patronal riojana a “abandonar, de una vez, ese papel de presión económica que está ejerciendo" y “arrimar el hombro sin intentar sacar beneficio y ventaja de esta situación".

Con estos mensajes culminó UGT la parte más reivindicativa del Primero de Mayo, cuya celebración arrancó a las 11:30 horas de la mañana con el homenaje cívico celebrado en el Cementerio civil de La Barranca, en Lardero. La cita congregó allí a centenares de familiares de los represaliados por la dictadura franquista –muchos descansan allí, otros todavía no han sido encontrados- para reivindicar los valores por los que fueron perseguidos y requerir el cumplimiento íntegro de la Ley de Memoria Histórica.

El acto tuvo una novedad generada de la mano del alcalde de Casalarreina, Félix Caperos, quien quiso reconocer a los vecinos de la localidad que allí se encuentran con una placa conmemorativa. Además, se da la circunstancia de que Caperos es nieto de un represaliado por el franquismo.

Tras éste, intervinieron el secretario general del PSOE, Francisco Martínez Aldama, y el secretario general de UGT, Javier Granda, quien felicitó al alcalde de Casalarreina y a los de otros municipios por sus iniciativas en esta dirección. Especial mención hizo sobre los avances realizados por el Ayuntamiento de Logroño, al que también instó a una mayor concreción y desarrollo de la Ley de Memoria Histórica.

Tras estos dos actos principales, la celebración del 1 de Mayo se trasladó hasta Las Norias, donde desde primera hora de la mañana los más jóvenes ya podían disfrutar de la jornada con los juegos infantiles organizados por UGT (hinchables, talleres, degustaciones...) con su correspondiente ambientación musical, que continuarían durante la tarde a propósito de la comida popular que celebró el sindicato en el mismo lugar. Un ágape que también gozó este año de novedades, ya que se sustituyó la tradicional paella por el espectacular asado de una vaca que hizo las delicias de los asistentes.

En definitiva, una jornada que conjugó la reivindicación con la fiesta, acompañados a partes iguales por agua y sol; una curiosa paradoja para representar un 1 de Mayo marcado por luces y sombras.