Los trabajadores y trabajadoras del sector de vigilancia privada han exigido esta mañana frente al centro comercial Berceo el cese de las agresiones a los vigilantes de seguridad y han denunciado la impunidad con la que se producen. La última agresión grave tuvo lugar el pasado fin de semana en este centro comercial cuando un vigilante trató de evitar un robo en su interior.

La mayor parte del tiempo, trabajan solos/as, con la única ayuda de una porra y de unos grilletes; una dotación a todas luces insuficiente con la que están obligados a intervenir ante cualquier suceso de riesgo que se produzca.

Una situación insostenible que UGT lleva años denunciando y ante la que solicitan la recuperación, al menos, de la protección jurídica necesaria para el desarrollo de su labor, así como la mejora de sus condiciones laborales.